VERSOCRACIA
TAN SOLO TE QUIERO POR TUS OJOS,
QUE ME MIRAN CON ESE ÍMPETU
DE JOVEN REBELDE Y DESCARADO
Y POR NADA MÁS:
BUENO SI,
TAMBIÉN TE QUIERO
PORQUE CADA VEZ QUE NOS CRUZAMOS ME SONRÍES;
PERO NO IMPORTA
QUE SOLO ME ALCANCE
UNA PARTE DEL CALOR DE TU SONRISA,
ESE PEQUEÑO RESCOLDO
MIS CARNES ABRASA.
¡ AH BUENO!, SE ME OLVIDABA
QUE TUS MANOS ME VUELVEN LOCO
CUANDO ESTAN REBOSANTES DE CARICIAS
Y QUE TUS LABIOS PARECEN, ¡ NO SÉ QUÉ TE DIRÍA!,
CUANDO IMAGINO
QUE DICEN QUE ME QUIEREN.
DE TUS OJOS
CORRE POR LA MEJILLA DE LOS RECUERDOS
HACIA NINGÚN SITIO;
BUENO SI,
A ESCRIBIRSE CON LETRAS DE BRUMA
EN EL POLVORIENTO ANAQUEL
DONDE GUARDO MIS COSAS PERSONALES:
MI DIARIO, MIS CANCIONES, MIS PRIMEROS POEMAS,
LOS BESOS ROBADOS;
COMO AQUELLA MÁGICA NOCHE,
DESAPARECERÁ PARA SIEMPRE.
Perdidos, en un cajón,
Olvidados yacen
Los versos de un amor, de fracasos roto.
Desempolvados, extraños y amarillentos
Quiero rescribirlos,
Rescatarlos del viejo tintero.
Abrir el tapón,
Que aparezca su genio,
Pedirle el deseo
De que cuando vuelvas
No me encuentres muerto.
La sombra de mis sueños,
En el diván de la memoria ocultos,
Se proyectan aletargados sobre sus vidas;
Sobre el funesto destino
Que nuestros pasos guía hacia ningún sitio.
En el último tercio,
Cuenta me di que la faena no es nada,
Un vano juego de artísticos pases y derrotes;
Fatua imagen esparcida en el viento de una fábula, ya perdida,
Que, a veces, recupero y repaso
Como película de video.
Me aflora en los ojos la nostalgia
Y moribundo pasea el momento
De melancolía herido,
Sobrecogiendo nuestros corazones,
Enturbiando el presente las lágrimas
Hoy vuelto hacia nuestra propia historia.
¡cuántas páginas hemos pasado!
Se me eriza el vello a su contacto,
Como si una piel de melocotón acariciara.
Nada hay tan poderoso
Que detener pueda un ocaso.
De su vida, el coloso,
Constancia deja de su paso.
Aquiles, ufano ostentaba
Su inmortalidad
Sobre un carro alado;
¡ qué casualidad!
Hacia su talón la flecha del hado
Infausta lanzaba la fatalidad.
Moría, en desgracia,
El poeta breve
De versos saciado.
Vestía de falacia
Su sueño dorado
La existencia leve.
El héroe reposa
Bajo las estrofas vivas
Del pobre rapsoda.
La fuerza cautiva
Que mueve las modas
Alteró las cosas.
El tiempo es ecuánime,
Caprichoso el sino.
La vida delata
El fatal destino
Que la risa mata;
El ánimo exánime.
Sobre el pedestal,
Cargado de versos
Vive el héroe ahora.
….
Trascendió el poeta,
Derrotado en gloria,
En su devenir
Lo puso la historia.
Falta hizo morir
Para trascender
Con cierto decoro.
No le valió el oro
Para la tarea,
Su pluma e ingenio
Le fueron bastante,
Vaya por delante
Su inmortalidad.
Y duermo cuando es preciso
Vivir despierto.
En vela paso por muerto.
El momento, breve y conciso
A tu lado se torna.
Me colma de felicidad
Tu franca sinceridad
Si tu sonrisa la adorna.
Y entonces te apareces desnuda,
Tiemblan mis piernas,
El color de mi cara muda;
Tus caricias se vuelven tiernas
Y el deseo aparece
Como el sol cuando amanece.
RETRATO FEMENINO CON VENTANA DE FONDO
aquella tarde...,
los gritos estallando ( haciendo eco
en el vano del tiempo):
¡ victoria, victoria!.
la suave brisa refrescando la cara;
el placer del triunfo en la batalla.
A sus espaldas inicia la luna
una sonrisa esbozada.
los yelmos esparcidos por el suelo,
bruñidos, como huerto de hojalata;
los cuerpos inermes hacinados
como una informe masa.
Aún eufórico por la adrenalina
en el combate acumulada
el campo de nuevo recorres;
por entre los despojos tu silueta arrastras.
Un intenso hedor a muerte y podredumbre, a derrota,
campea vanidoso hasta tus pituitarias
ondeando triunfante su bandera, mostrando el pecho henchido
ante tus muros, desafiando a la altivez de la victoria,
a la arrogancia en los guerreros alojada.
Triste el deambular de aquellas almas
ante tus piedras.
parece que ayer fuera,
que estos dos mil y pico de años
en un solo suspiro transcurrieran
aquella tarde...,
los gritos retumbando,
haciendo eco en el correr del tiempo:
¡ victoria, victoria!.
la suave brisa refrescando la cara,
el placer de la victoria en la batalla,
la luna sonriendo a sus espaldas.
los yelmos esparcidos por el suelo,
los cuerpos inermes como una informe masa .
aún eufórico por la batalla
recorres el campo.
el fétido olor a muerte y podredumbre,
olor de la derrota.
la altivez de tus muros,
la arrogancia que alojaste de los guerreros
y el triste deambular de aquellas almas
ante tus piedras.
parece que fue ayer,
que estos dos mil y pico de años
hubieran transcurrido en un instante
Primero fue la mano
Que deje resbalar, de arriba abajo, por la acuática suavidad
De aquel cuerpo inerte y frío.
Después pegué los labios en su frialdad
Y la nariz contra tu imposible apretaba.
Como si en un grito el alma por la boca
Se me fuera,
Forzaba el encuentro de mis labios con los tuyos
Aún sabiendo
que nunca iba a encontrarlos,
Que el frío de aquel vidrio
Era el frío real de tu recuerdo,
De aquella inexistente relación.
no me busques allí donde el dinero
sus dominios extiende,
pues aunque es necesario
a ningún sitio lleva.
Allí donde el cielo,
a costa de los curas,
engaña a tanta gente
no busques mi mirada.
Búscame en las sombras
de aquel pueblo muerto
donde el aire tibio
tiene olor a perro,
donde se confunden
realidad y sueño.
Se encierra en gallardía tu firme pecho,
Doncella recluida. Confina, ostentoso,
De tu boca el aliento.
Asómase al balcón presuroso
Para servir a mi vista de alimento.
El deseo tengo en carne viva,
Por un amor no contestado.
Llaga del alma presa, cautiva
Viviendo de sus ojos, de prestado.
Y sale a borbotones, en raudal,
Radiante plenitud exagerada,
El alma me ahoga en un caudal
Que inhala mi boca fascinada.
Soñé que volaba
Como un pajarillo.
Soñando cantaba
Canciones de niño:
“ la dulce doncella,
Desde la torre del castillo
A gritos me llama.
Llorando me lanza un suspiro
A traves del viento,
lo tomo, lo hago mío”.
Soñé con ángeles celestiales,
Con tus labios alegres y risueños,
Con los niños correr por los trigales,
Con enamorados soñando con un sueño:
“El sueño que sueña
Con sueños de amor
Su canto me enseña
Como un ruiseñor.
La risa que suena
Como melodía de noche encantada
Recuerda la pena
Que luce de nuevo a la madrugada.”
el sueño se pierde entre matorrales
con la nueva bruma
Que busca impaciente entre los zagales
Una hermosa cuna.
Si te miraras en el espejo
Que frente a ti pongo no te reconocerías.
Si presenciaras
La proyección de tu sombra
Sobre el badén de mis sueños
Dirías que no es la tuya, pero ¡ ahí estas!.
Invade tu presencia
Cuanto mi vista rodea;
Llenas de golpe, en plenitud,
Las cuatro paredes de mi cuarto,
Las cuatro estaciones de mis años,
Los siete días de mi semana,
Las veinticuatro horas de mis días;
Aunque no existas, ¡ estas ahí!.
Me tiene cautivo
Vuestro almadenejos.
Aquel viaje lindo
Que un día realicé
Con marga, Maribel y calixto
Me descubrió el acebuche;
El sonido del canto del mirlo,
La vista de los pedroches…
En la subida a las ruinas de aquel castillo
El sol iba bajando,
Y nosotros a lomos de mi berlingo
Cabalgamos cual jinete,
Como niños, en fantasías distraidos.
Soñabamos Tigris y Eufrates
Era el paraíso.
La soledad es inmensa
Cuando la muerte se allega.
Detengo mis pasos ante el mar,
Aquel mar que nunca más será.
Desde lo alto de aquel abrupto acantilado
Veo las olas que vienen y van;
Hay restos de un fuego
Que aún perdura,
Pequeños rescoldos de una hoguera
Que en vano intenta
Retornar a la llama.
En el crepúsculo,
Cuando el sol lentamente comienza a declinar,
Observo a ese niño correr jugueteando por la playa,
Ese niño que fuisteis,
Ese niño de triste mirada y moco caído.
Encuentro en sus ojos un niño lejano, de mirada fría,
Un niño que crece a golpe de campo,
Perdida la infancia, “ un niño yuntero”.
Cerrad los ojos y entornad la mirada;
Todo cuanto aprendisteis en la escuela del hambre
Ahora lo echáis de menos.
En el tortuoso sendero habéis dejado a vuestros padres,
A vuestros abuelos
A algún amigo;
Los ojos del alma se llenan de lágrimas
Que evocan recuerdos;
Algunos ya olvidados, otros aún latentes
Como recién vividos;
Unos pasados, muy pasados, otros perpetuos
¡ el tiempo no perdona ¡;
Pero es una suerte llegar a viejo
Aunque así no lo creáis.
Me recordáis a mis ausentes compañeros,
Nunca llegaran a serlo.
Fuisteis la vieja España de posguerra,
La del desconsuelo;
El viejo futuro de antiguas generaciones de padres y abuelos;
A la vez, sois los forjadores de esta España nuestra
Del nuevo milenio.
Son vuestros hombros pilares enhiestos
Donde se sujetan, sin amedrentarse,
Nuestros sentimientos.
Decidme, ¿ cómo se restaura con solo las manos
Un país hundido? ¿ a base de besos?
¿ a fuerza de cantos durante el trabajo?.
Decidme, decidme el secreto.
Ahora que todo va pasando
Y observo que la gente, poco a poco,
Se queda sin sus padres
De vosotros me acuerdo.
Vuestro cansado corazón late con fuerza ¡aquí!,
Retumba en mi pecho;
El duro latido del trabajo, del excesivo trabajo.
Podéis morir tranquilos ¡jamás os olvidaremos!.
Resulta vivir muy complicado
Con el peso del pecado en la conciencia
Las nubes que acechan nuestros miedos
la venganza deleitan de nuestros enemigos.
Dibuja el mar abierto una sonrisa;
¿ o acaso la boca entreabre
el curso del Hades
para en sus negras fauces cobijarnos ¿.
Podría, esta mentira,
Mi pecho reventar,
Inflar mi mundo hasta explotarlo.
Bravo y valiente
Como el toro eras.
Como el toro
Fácil de engañar.
Tranquilo como la noche
Largo y triste como el mar.
Pelo trigueño
Alma inmortal
Corazón gigante
Que no volverá.
Y aún asi te quiero
Porque medida, ni sentido
tiene el amor.
Porque los sueños se hacen reales
Bajo tu manto
Y todo tiene excusa
Para lograrlo.
Observa el amor
De ese perro hacia su amo
Ninguna otra mano
Podrá cobijarlo bajo su amparo
AL CIPRÉS DE MI PUEBLO
ALGUIEN TE OBSERVA VIEJO CIPRÉS,
CAPTÓ TU BELLEZA, TU ALARIDO VERDE, TU GRITO DE PRESENCIA.
QUIETO, ROTUNDO COMO LA MUERTE.
GIGANTE LANZA DE IMAGINARIO QUIJOTE.
CUAL ERRANTE BENGALA EQUIVOCADA
HACIA EL CIELO TU ESTELA PROYECTAS
TU DENUEDO, TU INSIGNE IGNORANCIA.
CON EL DE SILOS EN BELLEZA COMPITES
QUE NO EN FAMA
AUNQUE A LOS DOS OS ALBERGA EL MISMO TECHO.
ALMA DE IGLESIA COBIJADA,
OLVIDADO EN RINCÓN
" COMO EL ARPA ", SILENCIOSO, CALLADO,
TRISTE Y OLVIDADO
SOLO A IMAGEN DE POETA RECORDADO.
El gemido de la tarde, poema para un marica II
DESPUÉS DE TANTO TIEMPO – PERDÓN POR MI TORPEZA-,
AL FIN HOY ADVERTÍ
QUE MIGUEL ERA UN PAYASO, ¡ YA SOMOS DOS ¡.
LO INTUÍ EN ESA
EXTRAORDINARIA FORMA SUYA
DE VER LA VIDA ,
LO SENTÍ EN AQUEL REMANSO
MIENTRAS SU RECUERDO ACUNABA ENTRE MIS BRAZOS
AL SON DE LAS MÁGICAS CAMPANAS,
EN LA CADENCIA MÁS
A DISPOSICIÓN DE MI CEREBRO PONE.
¡ SIEMPRE AL TAÑER DE LAS CAMPANAS ¡,
EL SUSURRO DEL TANGO,
EL INMENSO PAISAJE DE LA PAMPA ,
AQUELLOS MAITINES TAN NÍTIDOS
QUE ROMPEN CADA DÍA
EL CAER DE LA TARDE , ¡ A CUAL MÁS HERMOSA ¡,
AQUELLAS TRAVIESAS MONJAS
CRUZANDO DE PUNTILLAS EL CLAUSTRO DE LA HISTORIA
ANTE LA PÍCARA MIRADA
POBLADOS DE DESEO,
CLAVADOS EN EL FEO HÁBITO DE LAS COSTUMBRES
DE UN LOCO, UN LOCO CONQUISTADOR
Y OTRO CANTANTE, CANTANTE DE ARPEGIOS DE HUMO,
NOTAS DE CENIZA, DE BELLEZA,
NOTAS QUE SIEMPRE DEJAN ALGO DE TRISTEZA PORQUE,
TU LO SABES,
Y A LA VEZ EMBRIAGADORA
COMO EL VINO CREO SERÍA EL EJEMPLO EXACTO.
TAN SOLO TE QUIERO POR TUS OJOS,
QUE ME MIRAN CON ESE ÍMPETU
DE JOVEN REBELDE Y DESCARADA
Y POR NADA MÁS:
BUENO SI,
TAMBIÉN TE QUIERO
PORQUE CADA VEZ QUE NOS CRUZAMOS ME SONRÍES;
PERO NO IMPORTA
QUE SOLO ME ALCANCE
UNA PARTE DEL CALOR DE TU SONRISA;
ESE PEQUEÑO RESCOLDO
MIS CARNES ABRASA.
¡ AH BUENO!, SE ME OLVIDABA
QUE TUS MANOS ME VUELVEN LOCO
CUANDO ESTAN REBOSANTES DE CARICIAS
Y QUE TUS LABIOS PARECEN, ¡ NO SÉ QUÉ TE DIRÍA!,
CUANDO IMAGINO
QUE ME DICEN QUE ME QUIEREN.
MIRO A TU ALREDEDOR:
TODO ES BELLEZA, TODO ES VIDA.
NO SÉ SI ES TU NOMBRE O SON TUS OJOS,
TAN DE NIÑA;
O ACASO ESA EXTRAÑA FORMA TUYA,
TAN ESCASA, QUE TIENES DE SONREIR,
PERO HAY EN TI UNA AUREOLA DE MISTERIO
QUE ENVUELVE CADA FRASE QUE PRONUNCIAS
INTENTANDO PENETRAR
CLANDESTINAMENTE EN LO MÁS HONDO
DE MI.
ESQUIVAS MI MIRADA
COMO SI QUEMARA, A VECES ME ALIVIA,
PERO OTRAS VECES, DE VERDAD TE LO DIGO,
ME MOLESTA, PUES ME GUSTA
QUE NUESTRAS MIRADAS SE CHOQUEN,
AUNQUE SOLO SEA UN INSTANTE,
UN MOMENTO QUE MI TORPEZA NO ACIERTA A DESCRIBIR,
Y EN ESE INSTANTE,
TE LO JURO,
ME SIENTO INMENSAMENTE FELIZ,
AUNQUE ALGO INCÓMODO.
DEJA QUE LA FRESCURA DEL AGUA
DE TUS OJOS
CORRA POR LA SENDA DE MIS RECUERDOS
HACIA NINGÚN SITIO;
BUENO SI,
A ESCRIBIRSE CON LETRAS DE BRUMA
EN EL CAJÓN POLVORIENTO
DONDE GUARDO MIS COSAS PERSONALES,
MI DIARIO, MIS CANCIONES, MIS PRIMEROS POEMAS,
AQUELLOS TAN MALOS
QUE VERGÜENZA ME DA LEERLOS.
MIRO EL HORIZONTE Y VEO
EL VÍVIDO FULGOR DE UNA ESPERANZA.
¿ ES TU NOMBRE O SON TUS OJOS, O ACASO TUS PALABRAS?
.... ALGO ME ALCANZA,
CAMINAR LO SIENTO A MI PASO,
BEBER EN MI VASO, COMER EN MI PLATO.
AÚN TRAS LAS LECCIONES DE PSICOLOGÍA
J. CARTA
La muerte, contigo a la espalda,
Ahora disfruta de tu nombre,
De tu hacienda y de tu alma;
Será tu eterna dueña,
Nada podrá coaccionarla.
¿ y todos los bienes que posees?.
En mármol, tus remembranzas,
Quedaron encajonadas.
Igual a la del mendigo, tu calma.
Y aunque tardas,
- sé que no vas a volver nunca-
te espero sentado en mi butaca.
Nos creemos inmortales mientras vivimos
¿ y cuando morimos?
Silencio, por Dios, silencio,
No termino de creerlo.
PARA AGUEDA
SUGIERO QUE SONRÍAS
COMO AQUEL DÍA EN QUE CONSEGUISTE,
AL FIN,
ESE VESTIDO QUE TAN PERFECTO TE QUEDABA,
Y CAMINES TAN SEGURA DE TI,
A SABIENDAS DE QUE POR TODOS LADOS DONDE PASAS
LAS CABEZAS SE VUELVEN A MIRARTE.
ME MIRAS
Y, DE PRESTADO,ME CEDES TU SONRISA
que paseas como una parte de más de tus encantos
este verano.
me motiva el verte en minifalda,
siempre tan suspicaz,
me atraen tus piernas,
tus bien formados pechos,
tugrácil caminar,
pero lo que sin duda,me vuelve loco,
es tu sonrisa
¿ es tu nombre
o son tus ojos?
o, ¿ quizás esa imagen tan seria
que al otro lado del despacho me ofreces?.
PUES AMARGA LA VERDAD
QUIERO ECHARLA DE MI BOCA:
ESTAMOS SOLOS
EL CICLO VITAL
TODOS ESTOS TRASTOS- YO INCLUIDO-
QUE ESPARCIDOS ENCUENTRAS POR MI CASA
ES LO QUE QUEDA DE MIS ANTEPADASADOS,
SU MEMORIA,
EL VANO INTENTO DE PERDURAR
QUE YO INTENTO TRASLADARLES.
VEO EN MIS HIJAS RENACER LA VIDA
Y ME ALEGRA,
AUNQUE UN TRISTE PRESENTIMIENTO
ME INDIQUE QUE LA MIA SE ACABA.
ES BELLO VERLAS CRECER TRANQUILAMENTE,
OBSERVANDO SU VIDA, SUS MOVIMIENTOS,
DESAPERCIBIDOS LOS DEJASTE PASAR.
LAAS QUIERO TANTO QUE ALGUNAS VECES
UN TONTO SENTIMIENTO ME APRISIONA
Y ME DAN GANAS DE LLORAR, SIN MOTIVO, PORQUE SI.
A SU LADO EL TIEMPO VUELAA
ALGO ME DICE AL OIDO QUE SERAAAN MI GLORTIA.
PARA AGUEDA
SUGIERO QUE SONRÍAS
COMO AQUEL DÍA EN QUE CONSEGUISTE,
AL FIN,
ESE VESTIDO QUE TAN PERFECTO TE QUEDABA,
Y CAMINES TAN SEGURA DE TI,
A SABIENDAS DE QUE POR TODOS LADOS DONDE PASAS
LAS CABEZAS SE VUELVEN A MIRARTE.
ME MIRAS
Y, DE PRESTADO,ME CEDES TU SONRISA
que paseas como una parte de más de tus encantos
este verano.
me motiva el verte en minifalda,
siempre tan suspicaz,
me atraen tus piernas,
tus bien formados pechos,
tugrácil caminar,
pero lo que sin duda,me vuelve loco,
es tu sonrisa
¿ es tu nombre
o son tus ojos?
o, ¿ quizás esa imagen tan seria
que al otro lado del despacho me ofreces?.
Primero fue la mano
Que deje resbalar, de arriba abajo, por la suavidad acuática
De aquel cuerpo inerte y frío.
Después pegué los labios en su frialdad
Y la nariz contra tu imposible apretaba.
Como si el alma en un grito por la boca
Se me fuera,
Forzaba el encuentro de mis labios con los tuyos
A sabiendas
De que nunca iba a encontrarlos,
Que el frío de aquel vidrio
Era el frío real de tu recuerdo
De aquella inexistente relación.
no me busques allí donde el dinero
sus dominios extiende,
pues aunque es necesario
a ningún sitio lleva.
Allí donde el cielo,
a costa de los curas,
engaña a tanta gente
no busques mi mirada.
Búscame en las sombras
de aquel pueblo muerto
donde el aire tibio
tiene olor a perro,
donde se confunden
realidad y sueño.
la despensa del alma esta vacía,
pero que importa, ¡tenemos el dinero!.
el botín es grandioso
tenemos los bolsillos llenos,
.EL CAMPO DE BATALLA
TOLEDO
Los muros desdentados de la infancia
despeñándose al abismo,
tu poderío se desmorona perdida la batalla,
el imperio del tiempo asume su derrota,
sucumbe ante tu imagen,
y el río, ráfaga de agua,
de inmortalidad, pasea en sus aguas,
señorial, la grandeza en siglos superpuesta.
EL TRIPLE ASESINATO DE CEDILLO
Se me estremeció la carne
al contacto con aquel lugar
donde ahora la vida renace;
hace muchos años
la muerte pasó por estos lares, cobijada en un crimen
aún se respira
en su aire campestre
la extraña suerte de un asesinato.
Tres monolitos
con viejas fotografías incrustadas color sepia
el lugar exacto del homicidio nos recuerdan;
el paso de los años
en lugar de recreo convirtió el escenario
renace la vida
en torno al fúnebre recuerdo.
Y ahora te presentas
Ante mi con nombre extraño,
Y me sugieres que siga, como hasta ahora,
Ahogado en tu recuerdo.
No hay problema, yo sigo siendo el mismo
Idiota pervertido, Pero, ¿ y tu?
Dónde escondida estuviste todo este tiempo.
Todo este arsenal de pólvora mojada
Habremos de tirarlo a la basura
Rebosa felicidad
El corazón grabado entre nuestros nombres
A punta de navaja en aquel árbol.
Cada año, de savia nueva desbordado,
Crecía informe en su inmortalidad.
Ahora mis ojos lo contemplan, tan distintos,
Tan iguales..., como entonces.
Ni siquiera sé si ya existes para el mundo,
Pero algo tengo claro,
Morirás cuando yo muera;
Y aún así, la cicatriz dejada en aquel olmo,
El límite nos dice el verdadero sentido de las cosas
LAS MANOS DE MI MADRE
Tierra dura,carne dulce
“ en la vida, todo es fácil de entender si sabes cómo”
seguramente esa mujer solo sea un mito
ilusa imagen que mi fantasía necesita
dos miradas que se cruzan
y de por medio un deseo,
un deseo que se comparte
un deseo único, algo jamás sentido
ARANJUEZ
Todo el peso de su vida
Descargando liviano en su garrota
El baco sonriente,burlón
Tu risa feliz, satisfecha,
De vida complaciente
Se te junto en aquel instante
El inmenso fulgor de una vida,
Y nosotros mirando,
Atónitos espectadores
De aquel drama.
El río de palacio,
Los jardines, las fuentes,
Todo quedó pequeño allí,
A tu lado.
LA VENUS DEL JARDÍN
Un sesgo meditado
Me acerca tu estampa,
Solitario y silencioso habitante,
En aquel rincón del jardín te proclamas,
Mi jardín, mi verde atávico.
Eres tronco sin ramas,
Ramas sin hojas;
Y aún así, de mi edén con la más bella planta
Compites en belleza.
Clavas tus ojos en mi esperanza,
Mi corazón se estremece con tu mirada,
Si tu vista un instante
De mis ojos no apartaras
Bajaría aunque muriera
A lo más recóndito de tu alma.´
Y ahora, ahora te presentas ante mi
Con nombre oscuro, callada;
Extraña aparición cuyo rocío
Mi hierba empapa en la mañana.
Te me muestras en todo tu esplendor
Como el sol en la alborada,
Como si para lo que naciste
Fuera posar encima de esa cama.
Me hierve el deseo y la pasión
Como a una sedienta alimaña.
¡ déjame que te toque, que te ame,
que sea tuyo una noche cálida!
Me duele tenerte y no tenerte,
Acariciarte sin sentirte. ¡ tan lejana ¡
Moriré por vos
Por tu sonrisa; por tu mirada.
Tan fácil como usar la tosca herramienta
Para lo que fue creada,
No para otros menesteres.
El golpeo del martillo es bello
Si el ritmo adecuado sabe proporcionarle
Quien lo usa.
Las palabras suenan de otra forma
En voz de los poetas
LA NOSTÁLGICA MIRADA DE LAS RUINAS II
...Las ruinas,
su mirada de lluvia;
su paraje de otoño
y esa música, agobiante música
que con sus manos ciñe,
por la cintura del tiempo,
tu derrota.
La sublime belleza de la ruina es su derrota
Su inexorable mirada;
Su ímpetu y empuje ante lo inevitable.
Fue así como el recuerdo,
Postrado en el alfeizar de la noche,
Me mataba
Jamás te he visto,
Ahora es la primera vez
Que el azar te ha puesto ante mis ojos;
Pero me ignoras
Como el viento ignora los obstáculos
Que encuentra en su camino.
Quizás el descubrir su imperfección,
Su bajada del olimpo,
Sea lo que no aguante.
El no querer que mi ídolo se desmorone.
A término sagrado
Me suena esa palabra.
Mujer prohibida
De la que nadie habla.
Vergüenza propia
De sentirse limitada,
Corriente que pasa
Tranquila y callada.
Quizás aquí todo se acabe,
Que el perdón es fácil que no exista.
Hay hechos lamentables que duelen en exceso.
Estrellas brillan por si solas,
Cristales brillan por reflejos.
No me gusta la vida del derroche,
¡ ya sabéis!, su grave peso.
¡ jamás olvidaré aquellos días en el huerto
las tardes de lectura.
Los tomates, los pimientos.
Las oscuras noches, sus esperas
Los amaneceros viejos.
Aún el aroma de entonces perdura en mis sueños.
Lágrimas que un día
Derramaré por mis muertos.
Ahora, cuando el tiempo va pasando
Y poco a poco veo
Que la gente se queda sin sus padres,
De vosotros me acuerdo,
Recuerdo las risas lejanas
De aquellos pequeñuelos,
Parecía que el tiempo nunca iría con ellos;
Pero algún día, no lejano, serán simplemente viejos.
Ya acabaron los políticos de pulular
Por el pueblo. Vuelve la normalidad.
El que perdió muestra tristeza, felicidad
El que ganó.yo otra vez en mi bar
ARQUEÓLOGO
Las manos de la curiosidad
Se frotan entre sí
Ansiando saber qué oculta aquel tesoro en tierra sepultado.
Su inquebrantable seguridad
Conmueve a los chiquillos
Que lo miran
Con la baba cayendo a sus zapatos;
Yo particularmente, me siento un pirata
Que encontró su isla del tesoro.
Abren ampliamente los pétalos
La flor de sus oídos
Y ofrecen con pasión
El néctar de la escucha
A sus libadoras palabras.
EL Resulta familiar y muy distinta
Nuestra historia, la de nuestros antepasados,
En labios de aquel hombre,
Intérprete de sueños sepultados.
Todo en aquel lugar contrasta con mística hermosura:
El paisaje,
Los hombres que desmenuzan a pico, azada y rastrillo, la tierra
Palmo a palmo;
El arqueólogo que escudriña
Cada resto extraído de esa tierra;
La herrumbre, la loza destrozada,
el nuevo amanecer, ¡tan diferente!
De todos aquellos restos con su historia,
Una historia que perdura
Después de dos mil años como un misterio,
Y la sorprendente novedad
Que para nosotros supone
Descubrir ese tesoro.
Hunde su mirada
En aquella tierra, emocionado,
Intentando imaginar el día a día, tan lejano,
Y hacerlo cotidiano entre nosotros.
Acoge cada piedra, cada rastro insinuador
Con un cuidado de cirujano
Y nos explica
Intentando que aquella sigilata, diamante de la historia,
Haga entender a los niños
El por qué de aquella indescriptible emoción
Aún anudando a una a una
Las sábanas de tus-mis recuerdos
No logro llegar a esa ventana;
Desde su alféizar de oro y grana
Inaccesible te me muestras
Sonriéndome o llorándome sin lágrimas.
Algunas veces, a punto estuve de anudar
El último eslabón
Y con tu gracia habitual, intrínseca,
cortaste de un tajo desgarrado
la suave tela
y me dejaste caer, ingrávido, al vacío.
A ELENA, UNA ELEGÍA PARA ALBERTI ( 31-10 99 )
Nos ha dejado un gran poeta,
El del pueblo, el nuestro,
El que con su maestría y su paleta
Dibujos nos hacía, el maestro.
Hoy celebramos dichosos, aunque tarde,
Tu hermoso nacimiento,
Quizás la estrella que aún arde,
La tuya, gloriosa se halle en el firmamento.
Ya nunca más el mar será su mar,
Sus olas para siempre se pararon;
Las tuyas comienzan a rodar
En este alba que oscuro nos dejaron.
Alberti, aunque inmortal, esta ya ausente;
Elena a nuestros ojos se presente.
Si en un instante pudiera
Surcar el azul del cielo
Y atrapar con mis dos manos
De tu destino los remos
Te pondría entre mis brazos
Una mañana de invierno
Para que te den cobijo y calor.
Yo me quemaría con el fuego
De ese mirar incisivo
De tus lindos ojos negros
Aún anudando, una a una,
Las sábanas de mis recuerdos
No llego a la ventana,
Desde que te muestras inaccesible
Sonriéndome o llorándome sin lágrimas.
Algunas veces, a punto estuve de anudar
El último eslabón
Y con tu gracia habitual
Cortaste de un tajo desgarrado
La suave tela
Y me dejaste caer ingrávido al vacío.
Vienes por mi,
Tan inoportuna como siempre,
Esperas encontrarme ajada mi indumentaria
Y la maleta siempre hecha
Pero no iré, no.
Ajustate el cinturón al talle
Y empieza tu trabajo ( ajustarse el cinto a la cintura significa desde muy antiguo ir a comenzar una faena ).
VERSOCRACIA
A mi me gusta así
Y eso me vale.
Su poder en el estrado es absoluto;
Sus palabras se expanden
En los brazos de Eolo:
En Noto vuelan sus suspiros,
En Zéfiro sus lamentos viajan,
En Euro transitan sus palabras
en Bóreas los versos cobran sentido.
Es imposible una palabra.
muere en esta lucha
Que la espada y la rosa han entablado
Y sus pétalos cuajados de lágrimas
Venceran el filo de la muerte de esa espada.
Hubo un tiempo de esplendor
Que ya acabó.
Sus tiempos son recuerdos
Que los viejos nos relatan en sus cuentos
Como una “odisea” ;
La leyenda es lo que continua aún de boca en boca,
Herencia familiar que las generaciones venideras
Engrosan de novicios reclutas
Que siguen aumentado….
El tiempo es ecuánime.
Caprichoso el sino
Quiso que el destino
Sus ojos exánimes
Pidieran justicia
Al verse privados,
Y a su vez atormentados
Si un solo despertar tornara en sueño
Y el dulce sol de la mañana
Como un tupido velo
En tus ojos corriera
El amor de lo eterno,
Aquello que no muere
Que como un dulce lamento
En tus ojos persiste,
Brillaría cual diamante en el cieno.
Acariciarían mis cabellos
Tus manos negras;
Brotarían de mis labios los besos
Que un día soñé,
Que nunca existieron;
Y de esa manera, siempre soñados,
Se hicieron eternos.
¿Sabes?, estoy cansado de esperar.
El gorrión, a saltitos, observa
y busca su alimento,
la gente indiferente pasa,
una multitud de murmullos fugaces
desvanecidos llegan a mi oído.
El sol calienta duramente mi cabeza,
las sombras amagan con caerse
suavemente entre mis brazos,
una joven, que rápido pasa,
me mira de soslayo.
El agua que esperamos nunca llega.
La gente me observa un poco extraña,
¿seré el loco del barrio?
solamente soy un hombre perdido en el ocaso.
Las nubes que nuestro paso azotan
La v enganza deleitan de nuestros enemigos;
Dibuja en mar abierto una sonrisa;
¿ o quizás la boca entreabre
el curso del Hades
para en sus negras fauces cobijarnos.
Podría mi pecho reventar esta mentira,
Inflar mi mundo hasta explotarlo
Un cabello
Volando por el aire;
¡ese es mi sueño!
Como nube en la noche
Ondulado y negro;
Como espiga de trigo seco
Blando y pequeño.
